miércoles, 7 de agosto de 2013

BUÑUEL, A 30 AÑOS DE SU MUERTE



 "El", de Canarias a Madrid, Exilio al Uruguay y de ahí a México

José Luis Maldonado Román

agosto de 2013

Alicia Llarena, originaria de las Islas Canarias escribe, después de una exhaustiva investigación la biografía de Mercedes Pinto: “Yo soy la Novela. Vida y obra de Mercedes Pinto” ahí nos relata que su investigación fue motivada por el desconocimiento de la vida y obra de esta mujer y que, si se le mencionaba, solo era por la referencia a la Película de Buñuel basada en la novela “EL” y al parecer en otra de la misma autora cuyo título era “Pensamientos”. Gracias a esta investigación podemos saber ahora que Mercedes Pinto (socióloga y pedagoga) era originaria de Islas Canarias –como su biógrafa- que la novela fue boicoteada para su publicación en España y en otros lugares de Europa -actividades políticas, sus ideas feministas y una polémica conferencia en la Universidad de Madrid, cuyo título fue “El divorcio como medida higiénica”, al parecer fueron las razones- por lo que la autora se vio precisada a publicarla en Uruguay en el año de 1926. Se sabe también que Mercedes Pinto escribió mucho más y que sus últimos años pasó en la Ciudad de México colaborando en las páginas del Suplemento Los Jueves de Excélsior donde muere en 1976.
Veintiséis años después (1952) de la publicación de la novela, ésta es adaptada para elaborar el guión de la película del mismo nombre por parte de Luis Alcoriza y el mismo Luis Buñuel, quien a su vez la dirige. Según se sabe Buñuel está enterado que Lacan ha publicado en Francia su tesis de Psiquiatría destinado al estudio de la paranoia, pero además ha iniciado algunos seminarios referidos al mismo tema y Buñuel, antes de dirigir “EL” viaja a París para estar presente en ellos. No es desconocido el vínculo que Lacan tuvo con los Surrealistas, no debe sorprender entonces el interés que Lacan pudo tener en el proyecto de Buñuel.
La película fue mal recibida por el público y la prensa mexicana, sin embargo fue presentada en el Festival de Cannes, el interés es despertado solo en un pequeño público. En cambio Jacques Lacan se entusiasma y en repetidas ocasiones es mostrada a sus alumnos en su Seminario, particularmente su seminario sobre La Psicosis de 1956, se sabe también que Lacan y Buñuel hablaron en varias ocasiones en relación al filme, en su “Mi último Suspiro” Buñuel dice:
“La película fue presentada en el festival de Cannes en el curso de una sesión organizada -me pregunto por qué- en honor de los excombatientes y mutilados de guerra, que protestaron vivamente. En general, la película fue mal recibida. Con algunas excepciones, la Prensa se mostró hostil, Jean Cocteau, que antaño me había dedicado algunas páginas en Opium, declaró incluso que con Él yo me había "suicidado", Cierto que más tarde cambió de opinión. Me fue ofrecido un consuelo en París por Jacques Lacan, que vio la película en el transcurso de una proyección organizada por 52 psiquiatras en la Cinemateca. Me habló largamente de la película, en la que reconocía el acento de la verdad, y la presentó a sus alumnos en varias ocasiones. En México, un desastre.”

Falta espacio para comentar la infinidad de detalles de “EL”, ese tejido fino que Buñuel fue capaz de mostrar en torno al delirio paranoico, la función que en EL tiene la mujer, el Padre (encarnado por el sacerdote de la película), la necesidad del otro hombre que motorice los celos pero que muestre el camino de cómo ser y haga factible el vínculo social “..Mientras están solos, él se hace sacar fotos por ella y pospone las fotos de Gloria; de ese modo, nos deja ver que sólo está con él. Pero cuando aparece otro hombre entonces sí puede establecer una relación con ella; aunque, claro, basada en los celos. ..” Eso ayuda a mitigar la indefinición del paranoico de su ser en sí; de ahí la obsesión que EL (Don Francisco) otorga a las herencias y a los “títulos” que otorguen el nombre, el Nombre del Padre.

Y al final, remitiéndonos a la propuesta de Lacan en su Seminario sobre la psicosis respecto a que el delirio del paranoico es un intento de sanar, pero un intento fallido de sanar, logra Don Francisco una nueva estabilización: “Ya vio Padre que yo tenía la razón?....Aquí por fin he encontrado la verdadera paz de mi alma”

Concluimos con estas palabras de Buñuel:

“Los paranoicos son como los poetas. Además interpretan la realidad en el sentido de su obsesión, a la cual se adapta todo….el personaje es patético. A mi me conmovía ese hombre con tales celos, con tanta soledad y angustia dentro y tanta violencia exterior. Lo estudié como un insecto”

Agosto de 2005 actualizado agosto de 2013

Bibliografía
- Rodríguez Hage, Teresa. Buñuel, Pinto y la Fuentes del Film “EL”
http://www.cervantesvirtual.com/
- Buñuel, Luis. Mi último Suspiro. Plaza & Janés. Barcelona. 1982.

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